Cuenta la leyenda que Conrad Hilton, el fundador de la famosa cadena hotelera Hilton, pronunció la siguiente frase antes de morir: «Por favor, ponga la cortina de la ducha por dentro». Si bien es cierto que se le puede atribuir esa sentencia al exitoso empresario, lo cierto es que la pronunció mucho antes de fallecer. Pero no deja de representar el meticuloso cuidado que prestaba a la atención de su negocio. Otro famoso hotel, el Waldorf=Astoria (sí, con doble barra, que representa el puente que unía a los dos hoteles en su ubicación original, ahora ocupada por el Empire State Building) también se preocupó por hacer la estancia de sus ocupantes lo más agradable posible. Entre sus innovaciones estaban ofrecer servicio de habitaciones o baños privados.Sigue leyendo
